
Hoy hemos enfrentado uno de los mayores retos en nuestro servicio de lavado de velas: la vela de un maxi yate. Con sus imponentes dimensiones y peso, el trabajo no fue sencillo, pero el esfuerzo valió la pena. Tras un proceso meticuloso, logramos desplegarla y prepararla para el lavado, asegurándonos de que quede como nueva para su próxima travesía. Cada desafío como este reafirma nuestra pasión por el cuidado de las embarcaciones y nuestra dedicación a ofrecer resultados impecables.
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